miércoles, 2 de febrero de 2011

Fic!


Subía las escaleras de su casa pausadamente, no tenía ninguna prisa en llegar a su habitación para iniciar su castigo. Era la tercera vez que la castigaban en lo que iba de mes, y el motivo era el de siempre: llegar tarde a casa. En realidad ella no salía de su calle, se quedaba observando escondida detrás de un matorral lo que ocurría en la enorme casa que se alzaba al lado de la suya, la mansión Malfoy. Pero, obviamente, sus padres no conocían ese detalle.
Ya dentro de su habitación, Mary LeBeau se sentó en su cama y empezó a pensar en su vecino, Scorpius. Le había llamado la atención desde que era pequeña, por su aura de misterio y su arrogancia. Pero hacía un año se había encontrado mirándolo embelesada, desde entonces inconscientemente pensaba en él a cada rato, y con el tiempo había acabado obsesionada con el muchacho.
-¡Mary! La cena está lista- exclamó la señora LeBeau sacándola bruscamente de sus pensamientos.
-Ya bajo, mamá- le contestó algo molesta-. ¿Ha llegado papá?- preguntó al llegar al comedor.
-Aún no, cielo. Pero seguro que llega enseguida- le dijo ocultando, sin demasiados resultados, una sombra de preocupación de su rostro, a la que Mary no le dio demasiada importancia, su madre siempre estaba preocupada.
Mary se sentó y observó a su madre. Era una mujer baja, que pesaba algo más de lo que debiera, tenía el cabello rubio, largo y muy rizo y sus ojos eran de un bonito color azul grisáceo; era también una mujer estricta, muy organizada y calculadora. Mary, sin embargo, era la perfecta oposición a su progenitora: delgada, alta, con el pelo negro lacio y era bastante pálida (lo que parecía ser el único rasgo en común que compartían las dos mujeres). Mary era una muchacha desordenada, vaga y en ocasiones soñadora. Pero el señor LeBeau tampoco tenía mucho en común con su hija, tenía el pelo castaño, los ojos verde esmeralda y no era muy alto. Todo esto hacía que Mary se preguntara muchas veces si no sería adoptada.
-Bueno, Mary, cuéntame, ¿por que has llegado tarde hoy?
-Mamá, solo fueron 10 minutos… Me entretuve con Elyzabeth…
-¡Pero siempre llegas tarde! Que un día te retrases un poco, no importa, pero si es todos los días entiende que me acabe hartando de tus poco imaginativas excusas sobre por qué llegas tarde.
-¿Poco imaginativas? ¿A que te refieres con eso? ¿Acaso crees que te estoy mintiendo?- comenzó a preguntarle Mary muy molesta, y elevando la voz con cada palabra que pronunciaba.
-No me levantes la voz nunca, Mary, se educada por lo menos a la mesa.
En ese preciso momento Patrick LeBeau entró en el salón, sintiendo tanta tensión en el ambiente que se podría cortar con un cuchillo.
-¿Ya estáis discutiendo otra vez?- preguntó tras guardar su abrigo en el ropero.
-Tranquilo, papá, ya habíamos terminado. Ahora si me disculpáis me retiro a mi habitación para descansar- contestó Mary, con una bonita demostración de buenos modales dirigida expresamente hacia su madre, al tiempo que se levantaba. Le dio un beso en la mejilla a su padre y tras subir las escaleras se encerró en su habitación haciendo el mínimo ruido posible.
Dentro de la habitación, Mary estaba metiendo algunas pertenencias en su mochila. Estaba muy enfadada y decidida a desaparecer de su casa al menos por unos días y no dejaba de darle vueltas una idea: explorar la casa vecina.
Comenzó su salida por la ventana y tras unos pocos minutos de esfuerzos consiguió llegar a la casa vecina sin ningún rasguño y sin ser vista por su familia o algún vecino.
Sabía que la familia Malfoy no se encontraba ese día en su casa, habían salido muy temprano y no habían regresado en todo lo que iba de día, algo que no le había hecho mucha ilusión a la chica, solo había conseguido observar desde la lejanía a su amado una vez esa mañana, y se había quedado observando la casa vecina por si sus propietarios volvían, cosa que no había sucedido, y Mary sabía por experiencia pasada que cuando estaban tanto tiempo fuera de casa no volverían en un par de días y se moría de ganas por ver la enorme mansión por dentro, así que fue ventana por ventana y puerta por puerta viendo cual estaba abierta para poder entrar por ella, finalmente encontró la puerta trasera y entró en la casa.
Una vez dentro de la casa encendió la linterna y empezó a explorar la habitación en la que se encontraba. Al avanzar hacia la puerta, que estaba en el extremo opuesto de la habitación en la que se encontraba tropezó con un extraño objeto haciendo mucho ruido, mientras se levantaba, oyó una voz,
-¿Amos? ¿Han regresado ya de su viaje al Callejón Diagon?- preguntó la voz, haciendo que Mary se quedara donde estaba, que apagara su linterna y que se arrastrara hacia un rincón de la habitación. Se acababa de esconder cuando la puerta se abrió y todo lo que pudo hacer la muchacha fue gritar antes de desmayarse


Aquí está el principio del fic. Sí, después de mil siglos prometiéndooslo por fin he tenido tiempo para escribir el fic y actualizar el blog.
Se admiten sugerencias sobre que puede pasar a continuación, así como vuestras críticas, pero por favor absteneros de insultar o hacer comentarios ofensivos.

A medida que vaya escribiendo lo hiré colgando aquí. 
xx, Laura

BSO Harry Potter

Perfect